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Diretor Fundador: João Ruivo Diretor: João Carrega Ano: XXVII

Opinião Brasil en nuestras universidades

Se celebra este año 2022 la conmemoración del segundo centenario de la independencia de Brasil, producida en 1822, en el contexto de los procesos de independencia de un amplio grupo de nuevas repúblicas que nacen en América del Sur, Centroamérica y el Caribe, frente al poder colonial de España y Portugal, establecido y prolongado durante más de trescientos años. Esta celebración de memoria colectiva es una excelente oportunidad, sin duda, para adentrarnos en la reflexión sobre las relaciones, en nuestro caso universitarias, entre Brasil y los dos países ibéricos, Portugal y España. En otros marcos de la política exterior, de la economía, el comercio, o las relaciones deportivas, por poner un ejemplo entre varios, esta conmemoración centenaria se muestra como una apetitosa oportunidad para trazar nuevas rutas de colaboración o intercambio.
A pesar de ciertas alteraciones que disturbian en el día a día la vida pública, procedentes principalmente de la confrontación política, las relaciones entre Brasil y los países de la Península Ibérica mantienen un clima de ascendente colaboración y buenas relaciones. Brasil es un país inmenso, se dice que casi un continente, y una de las grandes potencias emergentes en el mundo. Tiene una imprescindible representación e indiscutible reconocimiento en el concierto internacional, en diferentes planos.
En lo que atiende a las políticas universitarias, su modernización y expansión, hemos de remontarnos unas décadas atrás para comprender mejor la situación actual. Inicialmente fueron las medidas renovadoras propuestas por el Partido da Social Democracia Brasileira, y en especial del gobierno de su líder principal, Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), las que iniciaron una mejora sustantiva de algunas universidades de Brasil. Los gobiernos del Partido de los Trabajadores, presididos por Luis Ignacio Lula da Silva (2003-2010) y Dilma Rousseff (2011-2016), consolidaron, ampliaron y mejoraron el mapa universitario de Brasil con nuevas universidades públicas ( federales , estaduales y municipales), y establecieron criterios de colaboración y apoyo con otras universidades de iniciativa social y confesional, así como de cierto control de las universidades privadas. Pero también se afianza un proceso de mejora en la calidad de las enseñanzas y de la investigación de los profesores universitarios.
Una de las expresiones de ese nuevo clima universitario brasileño de búsqueda de mayor calidad, que emerge y se amplía desde hace varias décadas, se manifiesta en el intercambio de universidades brasileñas con otras de todo el mundo, y desde luego las europeas, y en concreto las ibéricas.
La universidad brasileña, a través de sus profesores, vive desde hace más de tres décadas un proceso fecundo de presencia activa en sociedades científicas y congresos internacionales, intercambio de revistas científicas, impulso a proyectos de investigación de rango internacional, doctorados compartidos, tesis doctorales modelo sándwich, estancias posdoctorales, fomento de becas de investigación en el exterior, publicación de monografías , programas intensivos de formación de investigadores, entre otras iniciativas. Es indudable que la dimensión internacional de la universidad brasileña en su conjunto ha ganado grandes enteros en estas tres últimas décadas, sin remontarnos más atrás para advertir incipientes procesos de renovación.
Este conjunto de nuevos factores permiten que podamos explicar la presencia amplia y cualificada en nuestras universidades de un número destacado de estudiantes brasileños, principalmente de posgrado y doctorado, en las ramas más diversas y especializadas de la ciencia. Y todavía más, en estancias posdoctorales que permiten mantener viva y en creciente ascenso la vitalidad científica de jóvenes profesores brasileños. Por supuesto, cuentan con la generosidad individual del esfuerzo y la inversión económica en formación personal, pero también reciben un soporte administrativo, y a veces económico, que se traslada a estos bolseiros y jóvenes profesores.
Además, como es el caso de la Universidad de Salamanca, desde 2001 sostiene un centro propio en colaboración con la Fundación Cultural Hispano Brasileña, hoy ubicado en un precioso edificio renacentista del siglo XVI, el Palacio de Maldonado, adecuadamente restaurado. Desde este centro se impulsa un elenco variado de actividades científicas y culturales en torno a la vida cultural del Brasil actual y del pasado: exposiciones temáticas de artes plásticas, ciclos de conferencias, conciertos de música brasileña, biblioteca especializada en temas de Brasil, seminarios, congresos científicos, cursos de aprendizaje del portugués de Brasil y acreditación de nivel. Es, además, un punto imprescindible de conexión y encuentro para los varios cientos de estudiantes y profesores brasileños que residen temporalmente en la universidad realizando alguna de las muchas actividades científicas posibles, y desde luego es un referente de la presencia de Brasil en España y en Europa.
Brasil ocupa hoy un lugar destacado en el mundo en términos económicos y ecológicos, en sensibilidad intercultural, en la propuesta de modelos alternativos de vida social, aunque a veces no sea posible evitar dolorosas contradicciones procedentes de una persistente división social. Brasil hace tiempo que dejó de ser para el imaginario colectivo español y europeo solamente fútbol y playa, tópicos trasladados a las sociedades europeas desde criterios conservadores, populistas, inmovilistas y muy interesados. Brasil es también, cultura, ciencia, intercambio y presencia en posiciones de vanguardia universitaria en algunos casos, aunque quede aún un largo trecho de calidad por alcanzar y recorrer. Iniciativas existen, como vemos, pues que no decaigan.

José Maria Hernández Díaz
Universidad de Salamanca
jmhd@usal.es