La celebración de los 25 años de publicación mensual continuada de Ensino Magazine, por RVJ editores, de Castelo Branco, nos invita a reflexionar sobre un aspecto tan sugerente, y delicado a la vez, como el papel, la función y responsabilidad de escribir de forma periódica sobre la universidad, dando información y generando opinión entre los lectores sobre diferentes aspectos de la vida universitaria y los centros de educación superior.
Son muy variadas las cabeceras de publicaciones relacionadas con universidad, y también lo son los formatos adoptados, pues pueden variar en función de los avances de las tecnologías de la impresión y difusión de los productos que componen el contenido. Así, con la entrada en escena de la red internet a comienzos de 1990, con la aparición del formato digital, cambia de forma radical el uso de la información en papel y la tipología de las revistas relacionadas con la universidad y otros instrumentos de comunicación rápida y fácil. La llegada y uso generalizado, y universal, de las redes de telefonía móvil en la primera década del siglo XXI, por millones de usuarios, todavía ha acelerado más los cambios en los tipos y formatos informativos que utilizamos a diario para recibir o transmitir información, en este caso sobre la universidad.
La universidad genera varios tipos de publicaciones periódicas, además de las monografías especializadas de sus respectivas editoriales o servicios de publicaciones. Unas son las denominadas revistas especializadas, también adjetivadas como científicas, que difunden artículos derivados de la investigación en una determinada área científica, cuya autoría puede ser de profesores de la misma universidad o, lo que cada vez es más frecuente por los pretendidos indicios de calidad, investigadores procedentes de cualquier universidad o centro de investigación del mundo. Pueden adoptar formato papel, digital o en ambas modalidades. Aquí no hablamos de este tipo de publicaciones universitarias periódicas.
Existen otras publicaciones, que ahora suelen aparecer en formato digital, que editan los diferentes sindicatos de enseñanza, para difundir problemas, logros o reivindicaciones que afecten a los miembros de la universidad de que se trate. Suelen tener conexión y enlace con determinadas páginas web, y ofrecen informaciones puntuales breves, aunque a veces incorporan artículos de opinión sobre política universitaria. Aquí la pluralidad de criterios sindicales, la objetividad o el sesgo de la información publicada puede adolecer de partidismo en ocasiones, como toda noticia que recoja un periódico diario, semanario de orientación política. Es muy difícil encontrar sindicatos de enseñanza que no obedezcan a orientaciones ideológicas o políticas señaladas.
Los grupos de estudiantes, dotados de un mínimo de organización, y con objetivos lúdicos, culturales, reivindicativos o ideológicos, suelen ser animadores tradicionales de revistas de muy diversa factura, De la historia de cada universidad que goce de cierta tradición, como es la nuestra, en archivos, bibliotecas y hemerotecas puede encontrarse un cupo muy rico de revistas estudiantiles, que suelen combinar elementos literarios, con crítica universitaria, información y sugerencias de mejora en la política universitaria, general o particular.
En la prensa diaria, independiente de los centros universitarios, es frecuente encontrar informaciones de sucesos o novedades, incluso artículos concebidos para el debate de política universitaria. Es muy raro el día en que no se publiquen noticias o comentarios sobre algún aspecto de la vida universitaria, sea para aplaudir o para cuestionar.
Existen, finalmente, revistas mensuales, en formato digital, en papel, o en ambas modalidades, destinadas a informar y analizar asuntos relacionados con las universidades, (no solo de una sola universidad o centro de educación superior), que desempeñan una preciosa función alentadora de la mejora de la actividad universitaria, de un país o de una región. Este es el caso de la publicación que motiva esta columna en la celebración de su envidiable aniversario de varias décadas, al servicio de los centros de educación superior de Portugal, y de otros países. Representa un aliento continuado en la búsqueda de un servicio universitario público de calidad, con documentalistas profesionales autorizados, y con un comprometido cupo de articulistas y colaboradores.
Algunas de estas publicaciones, semanales o mensuales, además de su aparición en los medios digitales, lo hacen también en formato papel, y en distribución gratuita, con amplia tirada, sostenida por la colaboración de anunciantes y empresas interesadas en ser conocidas en el sector estudiantil universitario.
Es importante, sin duda, la información rápida y breve de noticias periodísticas universitarias, pero no menos necesaria es una reflexión más extensa sobre cada problema, un debate si cabe. Por ello es tan deseable y necesaria la existencia y vida de muchas de estas revistas universitarias de alta divulgación, resultado de grupos emprendedores, que mantienen el aliento y la esperanza de mejorar cada día la actividad universitaria en el desarrollo de sus misiones docente, investigadora y de divulgación científica y cultural a la sociedad donde se inserta. Además, la lectura en papel, como nos sugiere el semiólogo italiano Umberto Eco, nos ofrece un plus de lectura pausada, reflexiva, más ordenada y selecta que el bombardeo informativo que nos rodea a cada momento con titulares llamativos, pero escasamente reflexivos.
¡Larga vida a este tipo de proyectos en pro de una universidad de calidad real!